Desde últimos de septiembre, los claveros de los bosques se llenan con sonidos excitados. Se inicia la berrea y los machos de ciervo elevan sus corvas, bramando a los cuatro vientos. Luego, comenzarán las peleas por hacerse con un harén de hembras a quien transmitir los genes para generaciones venideras. © revistaiberica |
Los berridos pronto son sustituidos por el ruido, más violento, del entrechocar de las astas. Pero, las peleas son incruentas. Las cuernas golpean y se enredan entre sí, sin llegar a herirse ningún contrario. Tan sólo se limitan a mostrar su fuerza al contrincante, aunque, en ocasiones, acaban exhaustos y, algunas veces, las menos, se quedan enganchados y mueren por no poder separarse. |
BERREA DEL CIERVO VALDECABALLEROS
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